Con el calor llegan los mosquitos y con ellos el peligro para nuestros perros de contraer la leishmaniosis.
Esta enfermedad, causada por un parásito, es muy grave en perros pudiendo llegar a ocasionar la muerte si no se trata adecuadamente. La probabilidad de contraerla es mayor en aquellas mascotas que viven en zonas rurales y periurbanas, en regiones cálidas y que permanecen fuera de casa al anochecer.
El síntoma más habitual es la pérdida de pelo, sobre todo alrededor de los ojos, orejas y la nariz. A continuación, el perro pierde peso aunque sin perder el apetito. Son habituales las heridas en la piel, especialmente en la cabeza y las patas en las áreas donde el perro está en contacto con el suelo al tumbarse o sentarse. Cuando el cuadro se vuelve crónico, este se complica observando síntomas relacionados con insuficiencia renal en muchos casos.
Si se observa alguno de estos síntomas, debe llevarse el perro a la clínica veterinaria para realizar una prueba serológica.
El tratamiento será más exitoso si se inicia en las primeras fases de la enfermedad, aún así, solamente suprime los síntomas y no impedirá que el perro tenga una recaída posterior.
De momento, no hay vacuna para la enfermedad. Solamente la prevención puede evitarla.
Hay productos en spray, en pipeta disponibles que dan una cierta protección contra la picadura del flebotomo.
También hay collares con una eficacia demostrada frente a las picaduras de estos mosquitos.
El modo de acción de estos productos es de efecto repelente frente a la picadura del transmisor del parásito. Un mosquito que no pica, no transmite la leishmaniosis. Si bien ninguno ofrece un 100% de fiabilidad.
Puedes encontrar más información en http://www.sin-mosquitos.com/pages/sp/sp3.asp
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