domingo, 10 de junio de 2012

La otra cara del abandono


Muchas veces se da el caso de que cuando una persona va a una asociación a adoptar un animal y le piden algo de dinero como donativo -la cantidad varia según la asociación- se extraña y en algunos casos le parece tan mal que abandona la idea, porque van a adoptar, no a comprar.

Me gustaría explicar cómo funcionan las asociaciones:  raramente tienen subvenciones, se mantienen de  donativos, socios, mercadillos, etc… A pesar de lo que muchos piensan, la gente que trabaja en ellas no tienen sueldo, son voluntarios que dedican su tiempo libre a los animales; son algo más que solteronas aburridas que no tienen otra cosa que hacer, como también parece que es creencia popular; muchos tienen familia que atender, pero saben multiplicarse para poder atender ambas cosas.

Las asociaciones recogen animales abandonados por sus dueños, les llevan al veterinario, los vacunan, los castran y si están enfermos los cuidan todo el tiempo que sea necesario. Esto tiene un precio, cuesta dinero, hay que pagar veterinario -aunque muchos de ellos cobran lo imprescindible-, operaciones, medicinas, comida... y todo esto se paga con lo que la gente dona al adoptar un animal.

En toda esta estructura, las casas de acogida tienen un gran papel. Allí van u hasta que son adoptados, especialmente si están en una perrera con fecha de sacrificio. Esta fórmula es más barata que una residencia, asegura que los animales están muy bien atendidos y que se sociabilicen,  al estar en contacto con una familia, teniendo menos problemas para adaptarse a su nuevo hogar cuando son adoptados.

También es de gran importancia la ayuda recibida de los socios mediante las cuotas mensuales que pagan a la asociación. Es un dinero que donan de forma totalmente altruista pues no reciben nada a cambio, solo el placer de haber ayudado. Otros prefieren la fórmula del apadrinamiento: el donativo va dirigido a los gastos de un animal concreto, al que quizás querríamos adoptar pero no podemos, podemos visitarlo y darle cariño...

A pesar de todas estas ayudas, algunas asociaciones (por no decir la mayoría) lo están pasando mal, muy mal. Les falta dinero y a veces hasta voluntarios. Pero eso no les desanima, siguen luchando por no cerrar un centro donde hay tantos animales acogidos;  porque saben que cerrar supone abandonarlos a su suerte y eso no lo van a hacer.

Así que sí, es mucho lo que está al otro lado del abandono. Son (somos) muchas las personas que luchan para que éste no se produzca, o para paliar los daños en caso de que sea demasiado tarde. 
Si te quieres unir a ellos, a nosotros, y no puedes adoptar, que eso no te impida ayudar. Son muchas las formas en que puedes hacerlo... ponte en contacto con una asociación, infórmate y... ¡decídete! Te estamos esperando!!!

¿Colaboras con alguna asociación? ¿Eres casa de acogida? ¿Has adoptado a un animal? ¿Nos lo cuentas? info@garrasypatas.es :)

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